Mi pasión es el trabajo en equipo, pero también ver cómo las personas florecen cuando se las acompaña con alegría y entusiasmo ayudándoles a descubrirse a sí mismas como seres únicos, reconociendo sus limitaciones, pero apostando por su capacidad para vivir una vida digna, con confianza y saliendo adelante por más difíciles que sean sus situaciones.

En estos años, he visto a mujeres y menores salir adelante después de entender sus procesos, reconocerse y dar una respuesta nueva y diferente y sentirse responsables y protagonistas de su propia vida.

Me encanta escuchar a las personas, practicar la escucha activa y en este proceso aprender siempre mucho de mí misma y de los demás. Cuando se da la escucha activa y se produce una apertura en el corazón de la persona afligida, algo mágico ocurre y un gran alivio y sanación se produce en las personas que lo experimentan, iniciando ahí su proceso de cambio personal.

Nunca será suficiente el agradecimiento que tengo hacia las personas con las que he tenido la gran suerte de acompañarlas en una parte de sus caminos, pues me han enriquecido enormemente.

En esa escucha nacida de la confianza mutua hemos experimentado un cambio personal a mejor, ellas en sus procesos y yo en los míos.