Amar es una decisión

Hace más de 20 años que mi marido y yo celebramos un Encuentro Matrimonial en el cual los facilitadores del mismo nos hablaron y explicaron algo que para mí ha supuesto un gran descubrimiento y que mejoró notablemente nuestra relación y convivencia.  En este encuentro, nos dieron herramientas y nos permitieron reflexionar entorno a lo que supone vivir en pareja. Recuerdo con claridad y, al mismo tiempo con mucha alegría, lo que para mí es uno de los ejes centrales de la vida en común,  el descubrir una gran verdad que encierra esta afirmación, que….

……………………….. AMAR es una decisión.

En estos momentos en que estamos viviendo muchos cambios a todos los niveles, tanto en nuestro país, como en el resto del mundo, quiero compartir con todos vosotros el rescatar esta afirmación tan corta, pero a la vez tan poderosa.

Personalmente pienso que entender y aceptar que cuando compartes tu vida con una persona, no importa la forma jurídica que la defina (me refiero a que sea una pareja de hecho, de derecho, ya sea por matrimonio civil, religioso o sencillamente vivir juntos sin ningún tipo de documento escrito) como digo, compartir la vida con alguien a quién amas, pasado un tiempo cuando la fase de romance y enamoramiento se desdibuja, es ahí cuando esta frase cobra sentido.

En un mundo cambiante y convulso, apelar a que cuidar de una relación pasa por apostar cada día por seguir junto a tu pareja, por más dificultades que la vida traiga, y apoyarse mutuamente, eso es, desde mi punto de vista, vivir en vivo y en directo que amar es una decisión. Y esta decisión la tomas cada día que frente a la adversidad decides «apostar por seguir juntos», «hacer piña», y remar en una misma dirección.

En mi entorno he visto muchas separaciones y divorcios, incluso de parejas muy enamoradas y muy compenetradas, pero el paso de los años, las dificultades de diversa índole que la vida trae, en algunos casos y en otros, el cruce de terceras personas en momentos críticos, han precipitado la ruptura y esas relaciones que parecían muy estables se han desmoronado.

«Las relaciones de pareja para que sean estables hay que cuidarlas cada día con cariño, sabiendo que, de todos modos, vivir juntos no significa compartir absolutamente todo y en todo momento».

Si esto ocurre, a veces lo que provoca es todo lo contrario, asfixiando la relación o construyendo una simbiosis con la otra persona, pasando a ser todo lo contrario de lo que pretendemos y buscamos, una relación sana y placentera.

Esta reflexión espero que te sirva para que identifiques  en qué momento estás con tu pareja. ¿Estáis en la fase de enamoramiento? ¿o en una fase donde está todo en calma, pero la chispa se ha apagado? ¿o la situación tiene que ver más con un momento crítico, ya sea porque hay dificultades que esperan ser resueltas buscando juntos una solución pactada y consensuada?

Si esto último ocurre, no hay que negarlo, sino identificarlo y buscar juntos una solución. Sólo así saldréis los dos fortalecidos con un nuevo nivel de entendimiento el uno del otro y renovando el compromiso de seguir construyendo juntos esa relación. También puede ser que tu relación en estos momentos no sea una prioridad para ti, y en este caso permítete sentir.

¿Qué suena dentro de ti cuando escuchas que AMAR ES UNA DECISIÓN?